AFP

Miguel Rodríguez Torres, uno de los hombres más poderosos de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, fue detenido este martes por supuestamente planificar un complot para fracturar a la Fuerza Armada de Venezuela.

General en retiro de 54 años, Rodríguez Torres fue sorprendido por agentes del servicio de inteligencia (Sebin) en un hotel de Caracas, donde prometía hacer "importantes anuncios al país" en el marco de un evento político.

"Estaba siendo requerido por la justicia al estar incurso en acciones contra la paz (...) Participaba en conjuras y complots que perseguían la intención aviesa de atentar contra la unidad monolítica de nuestra Fuerza Armada", aseguró el gobierno en un comunicado.

Según ese texto, el exministro de Interior y Justicia de Maduro planificaba "acciones criminales" que incluían "actos armados y contra la Constitución".

"Será puesto a la orden de la justicia", añade el comunicado, que recuerda que el exoficial "fue echado del gobierno al comprobársele vinculaciones con organismos de inteligencia de Estados Unidos".

El Movimiento Amplio Desafío de Todos (MADDT), fundado por el exmilitar y crítico de Maduro, calificó la detención como "arbitraria".

"Se lo llevaron sin orden judicial", dijo a la AFP bajo anonimato un colaborador de Rodríguez Torres, quien también fue jefe de inteligencia del fallecido Chávez (1999-2013). 

La fuente indicó que habría sido recluido en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM).

¿Mensaje de Maduro?

Videos publicados en las redes sociales muestran el momento en que agentes armados del Sebin lo sacan del hotel y se lo llevan en una camioneta blanca.

César Mogollón, integrante del MADTT, aseguró a periodistas que el exministro no se resistió al arresto.

"El carácter dictatorial de este gobierno está materializándose aceleradamente", escribió en Twitter Sergio Sánchez, también miembro de la agrupación. 

Rodríguez Torres se ha convertido en una de las caras más visibles del chavismo disidente. Fue uno de los hombres con más poder durante el gobierno de Chávez, a quien la oposición acusaba de perseguirle implacablemente.

Maduro ya lo ha acusado de estar vinculado con planes "de la derecha" para derrocarlo.

Rocío San Miguel, directora la ONG especializada en asuntos militares Control Ciudadano, dijo a la AFP que la detención del exministro es "una muestra de la ruptura en marcha entre el chavismo y el madurismo" dentro de la Fuerza Armada.

"Fue uno de los hombres más poderosos de la inteligencia política y militar de la revolución. Estaremos asistiendo a una ola de detenciones que buscan demostrar que Maduro es quien tiene el poder", previó San Miguel.

La captura se produjo tres días después de que una corte militar ordenara encarcelar a nueve miembros del Ejército por supuesta "traición a la patria" e "instigación a la rebelión". 

Se trata de seis tenientes coroneles, un primer teniente y dos sargentos, detenidos por funcionarios de la DGCIM el 2 de marzo en diferentes batallones. 

Ese mismo día, Maduro, quien busca la reelección en los comicios del 20 de mayo, degradó y expulsó de la Fuerza Armada a 24 oficiales, la mayoría detenidos o exiliados.

Entre esos últimos figura Raúl Baduel, exministro de Defensa de Chávez, preso por un supuesto complot contra Maduro. 

San Miguel cifra en 80 los militares presos sindicados de conspirar contra el mandatario.

Sombra de represión

La acusaciones de "represor" persiguen a Rodríguez Torres desde 2014, cuando era ministro de Interior y Justicia. Estaba encargado de contener las protestas que pedían la salida de Maduro del poder y que dejaron 43 muertos. 

Según la ONG Foro Penal, ese año se registraron más de 3.000 detenciones por motivos políticos, entre ellas la del opositor Leopoldo López, quien cumple una condena de casi 14 años de prisión -ahora bajo arresto domiciliario- acusado de incitar a la violencia.

El militar participó en el intento de golpe de Estado liderado por Chávez el 4 de febrero de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez.

La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, lo vincula con los planes "terroristas" del sublevado expolicía Óscar Pérez, muerto junto con otras seis personas durante un operativo para capturarlo el pasado 15 de enero.

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