Uno escondido en una maleta y dos en un auto.

De esta manera, tres inmigrantes africanos intentaron entrar a la ciudad española de Ceuta, en el norte de África.

Pero no lo lograron y la policía española detuvo a los dos marroquíes que los transportaban.

En el primer caso se trataba de un joven africano camuflado en el equipaje de una mujer marroquí de 22 años.

El hombre -que se cree que es de Gabón, en el oeste de África- fue hallado el 30 de diciembre y requirió atención médica urgente.

La mujer había intentado introducirlo de contrabando en Ceuta, pero los funcionarios de aduanas le ordenaron abrir la valija.

El segundo caso se presentó el lunes 2 de enero, cuando la policía inspeccionó un automóvil. Una persona fue hallada escondida en el tablero frontal del autoy otra en el asiento de atrás.

El hombre y la mujer, que se cree que son de Guinea, en el oeste de África, recibieron primeros auxilios, ya que tenían poco aire para respirar.

Intentos masivos

Los incidentes coincidieron con un intento masivo por parte de un grupo de africanos subsaharianos de saltar la valla fronteriza de seis metros de altura que separa Ceuta de Marruecos.

Cincuenta marroquíes y cinco guardias fronterizos españoles resultaron heridos cuando 1.100 inmigrantes trataron decruzar esta frontera el domingo.

Ninguno consiguió pasar, pero dos personas resultaron heridas y fueron llevadas al hospital en Ceuta. Un guardia perdió un ojo, dijeron las autoridades.

Un evento similar, que involucró a más de 400 inmigrantes africanos, ocurrió el 9 de diciembre.

Ha habido muchos intentos de llegar a Europa por parte de africanos subsaharianos que viven ilegalmente en Marruecos.

Melilla, la otra ciudad española en el Norte de África, también es uno de los objetivos de los inmigrantes.

Esta localidad y Ceuta son las únicas fronteras terrestres entre Europa en África.

La mayoría de los migrantes son interceptados y devueltos a Marruecos. Los que logran pasar las vallas son finalmente repatriados o puestos en libertad

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