AFP

Donald Trump negó el jueves haber ordenado a su ex abogado Michael Cohen quebrantar la ley, luego de que este antiguo aliado del Presidente estadounidense fuera condenado a tres años de prisión por violar las normas de financiamiento de campañas y otros delitos.

El mandatario, que en enero ingresará en su tercer año en el cargo, enfrenta una situación cada vez más delicada, con fiscales federales y la investigación especial sobre su supuesta connivencia con Rusia cercándolo cada vez más. 

Pero este jueves se mostró tan combativo como siempre en Twitter, donde intentó distanciarse de su antiguo abogado. "Nunca le ordené a Michael Cohen quebrantar la ley", escribió.

Cohen, de 52 años, fue condenado el miércoles en la corte federal de Nueva York a tres años tras las rejas por evasión de impuestos, declaraciones falsas a un banco y contribuciones ilegales de campaña. 

Y en particular, por haber realizado pagos ilegales a una actriz porno y a una modelo de Playboy para que no hablen públicamente de sus supuestas relaciones con Trump, quien ya estaba casado. 

El mandatario negó haber mantenido relaciones sexuales con estas mujeres.

Cohen admitió que los pagos, que violaron las leyes de financiamiento de campañas, se hicieron para evitar un posible escándalo en el momento culminante de la campaña presidencial de 2016, en la que Trump derrotó a su oponente demócrata, Hillary Clinton. 

El abogado, quien se declaró culpable de todos los cargos en su contra, dijo a la corte que había sentido que era su deber "encubrir los actos sucios" del Presidente. 

En su primera reacción pública desde la sentencia, Trump tuiteó que fue víctima de la negligencia de Cohen. "Era un abogado y se supone que debía conocer la ley (...) Un abogado tiene una gran responsabilidad si se comete un error. Por eso se les paga".

"Avergonzar al Presidente" 

En su serie de tuits del jueves, Trump también aseguró que no hizo "nada malo" y volvió a negar haber violado las leyes de financiamiento de campañas, argumentando que, incluso si hubo pagos, no estuvieron relacionados directamente con su campaña.

"Cohen fue culpable de muchos cargos no relacionados conmigo, pero se declaró culpable de dos cargos de campaña que no eran criminales y de los cuales probablemente no era culpable ni siquiera en el plano civil", escribió el mandatario.

"Esos cargos fueron aceptados por él para avergonzar al Presidente y obtener una sentencia de prisión muy reducida, lo que logró, incluido el hecho de que su familia quedó temporalmente libre de todo cargo. Como abogado, ¡Michael tiene una gran responsabilidad para mí!"

Pero los fiscales pintan un escenario muy diferente, vinculando los pagos de silencio a la campaña e implicando al Presidente en los delitos de Cohen. 

En el caso de la modelo de Playboy, Karen McDougal, su historia fue enterrada deliberadamente por los editores del periódico National Enquirer, que está cooperando con los fiscales. 

Los editores dijeron en su acuerdo de cooperación que se les pagó por comprar los derechos de historias embarazosas sobre Trump y luego no publicarlas. 

Trump, quien también está tratando de esquivar una investigación sobre una posible colusión en 2016 entre su equipo de campaña electoral y funcionarios rusos, describe el creciente cerco legal en su contra como una "caza de brujas". 

Los expertos están en su mayoría de acuerdo con que un presidente en ejercicio no puede ser acusado de presuntos delitos, mientras que el actual control republicano del Senado significa que es improbable que se lleve a cabo un juicio de destitución. 

En teoría, Trump podría ser procesado una vez que abandone el cargo.

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