Por James Gatica Matheson

Septiembre de 2015. Es el turno de la  Presidenta Michelle Bachelet para hablar en la tradicional ceremonia litúrgica de la comunidad judía de Chile, conocida como Tefilá. En ese contexto, la Mandataria apeló a la contingencia y el rol de Chile en la comunidad internacional.

"Como Gobierno estamos trabajando para acoger un importante número de refugiados, porque entendemos que la tragedia que se está viviendo es una tragedia para la humanidad completa", dijo Bachelet esa noche en el Círculo Israelita de Santiago.

Al día siguiente, el canciller Heraldo Muñoz no entregó el número exacto de sirios que esperaban recibir, pero señaló que "pueden ser unas 150 personas".

“Chile acogerá a refugiados sirios en virtud de la enorme catástrofe humanitaria que hemos estado viviendo en los últimos tiempos”, agregó.

En el mundo, en aquel entonces, presidentes de todas las latitudes anunciaban con desesperación planes de contingencia para recibir a aquellos que arrancaban de la guerra o el terrorismo, en la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.

Un programa de reasentamiento

Un exitoso programa de refugiados implica muchos factores. No es una tarea fácil mover a un grupo de personas en calidad de refugiados, con historias y trasfondos y que en muchos casos están muy lejos de lo que aquí llamarían cotidiano.

El interés de la Sociedad de Beneficencia Siria de dar una mano a sus compatriotas ha sido crucial. Eso junto a la intención política de algunos personeros de la Nueva Mayoría, como el ex ministro y descendiente de inmigrantes sirios, Sergio Bitar. Todos ellos que se han reunido periódicamente con el Gobierno para consultar el avance de tema.  

Para poner en marcha de forma efectiva un proyecto de esta magnitud (la acogida de 120 refugiados), se ideó un presupuesto de US$4 millones, un poco más de 2.500 millones de pesos, según fuentes consultadas por T13.cl.

Los montos sugeridos cubrirían traslado, asignaciones mensuales por un tiempo determinado, un plan de integración cultural, educación, salud y una solución habitacional a largo plazo.

Para esto el Gobierno de Chile recurrió a un fondo internacional creado por la Agencia para Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) para países que respondieran  al llamado de esta crisis humanitaria en Siria; dos tercios del presupuesto de Chile serían cubiertos de esa forma.

Desde el Ministerio del Interior, aseguraron que el ministro Mario Fernández recibió a la comunidad siria a finales de enero “para hacer una evaluación colaborativa del tema y poder concretar dentro de este año la llegada de los refugiados”.

Mientras que según Sergio Bitar ─ex ministro de Estado y descendiente de inmigrantes sirios─, el programa de acogida “ya está listo”.

Son 10 a 12 familias. Realmente mínimo, pero es un gesto humanitario elemental. El subsecretario apuró las cosas, con el Ministro del Interior precisaron detalles y él quedó de informarle a la Presidenta para hacer el anuncio y poner en marcha.
Sergio Bitar

En su primera etapa serían 60 los sirios beneficiados, los que vendrían de campos de refugiados en El Líbano.

“Son 10 a 12 familias. Realmente mínimo, pero es un gesto humanitario elemental. El subsecretario apuró las cosas, con el Ministro del Interior precisaron detalles y él quedó de informarle a la Presidenta para hacer el anuncio y poner en marcha”, agregó el ex ministro Bitar.

Los temas pendientes

El anuncio oficial de la Presidenta Bachelet es necesario para darle el vamos al programa oficialmente, aunque un equipo de avanzada de Extranjería ya hizo un viaje a El Líbano.

“Esperamos que de aquí a marzo se haga el anuncio”, asegura Adolfo Numi, Director del Programa de Migración y Refugio de la Sociedad Beneficencia Siria.

Así, se espera que se realice un viaje para elegir a las familias de los campamentos de refugiados, que se prepare su llegada, el traslado y los meses de acompañamiento una vez instalados en Chile.

Pero antes de todo eso, aún queda por definir cuál será la agencia implementadora del plan. Este será un ente crucial para el éxito del programa y se sumará a la mesa técnica junto a Extranjería, ACNUR y la comunidad siria.

“Ellos manifestaron su capacidad y voluntad para hacerlo”, confirmó Bitar a T13.

En Chile, la única institución que ha tenido experiencia en programas de reasentamiento es la Vicaría Pastoral Solidaria. En 2008, estuvieron a cargo de traer a 117 palestinos que vivían como refugiados en Irak.

A esto, se suma el interés de varios municipios ─cuyos alcaldes son de origen sirio, palestino y libanés─ de poder acoger a algunos de los beneficiarios del programa.

Desde el anuncio de Bachelet ya han pasado 17 meses. Compromiso que daría solución a algunos de los casi cinco millones de sirios que, a la fecha, han solicitado ayuda por medio de Naciones Unidas.

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