Una tensa reunión sostuvieron este miércoles en la tarde los representantes de los partidos y movimientos del Frente Amplio en la sede del Partido Humanista. La mesa nacional del conglomerado discutió sobre las negociaciones que la bancada de diputados electos estaba llevando con la Nueva Mayoría para distribuir su integración en las comisiones de la Cámara de Diputados y, en especial, qué pasaría con la aspiración de presidir la testera de la corporación por un año.

La misma discusión se había tomado la reunión de la bancada parlamentaria el lunes pasado. En esa ocasión, el diputado Gabriel Boric del Movimiento Autonomista impulsó la idea de renunciar a disputar la testera en las tratativas con el oficialismo y concentrarse en el trabajo y las presidencias de las comisiones de la Cámara.

En el encuentro, Boric fue secundado por otros diputados frenteamplistas, pese a que a inicios de enero el diputado de Revolución Democrática Giorgio Jackson se había manifestado públicamente en contra de restarse de la primera línea y “regalarles dicho espacio a las otras fuerzas”. Según los asistentes a la cita de la bancada, esta vez el propio Jackson revaluó los "pros y contras" de la apuesta y se plegó a renunciar ante el cupo como "gesto" para descomprimir las conversaciones con el oficialismo y futuro oposición a Sebastián Piñera.

El debate se dio después de que la DC inició conversaciones en paralelo con Chile Vamos y la convivencia interna del Frente Amplio mostró fisuras, provocando que la propia ex candidata presidencial del bloque, Beatriz Sánchez, cuestionara en privado que participaran de la negociación por dirigir la Cámara. 

"El cargo de la presidencia de la mesa tiene sentido cuando uno también puede alcanzar mayorías en el Parlamento que sean un poco más sólidas que lo instrumental que podría ser un acuerdo para el ámbito administrativo", explicitó el diputado Jackson al ser consultado por la prensa en el Congreso sobre el tema.

Por su parte, el presidente del Partido Humanista, Octavio González, explicó que “a quienes les pareció importante llevar adelante un proceso de acuerdo con la Nueva Mayoría, a propósito de la presidencia de la Cámara de Diputados, fue en pos de la dinámica que se da en el propio Parlamento y no necesariamente en la que se da en el Frente Amplio".

El rol de Sánchez, Boric y Sharp

Tras el triunfo de los 20 diputados electos del Frente Amplio en noviembre pasado, la coalición emergente inició tratativas en enero con la Nueva Mayoría por la integración de las comisiones de la Cámara de Diputados.

Encabezados por Jackson, los representantes del nuevo bloque analizaron internamente que podrían optar a cupos en todas las comisiones e incluso a presidir la mesa de la corporación al menos un año.

Esta materia fue parte de los debates que tuvieron con el oficialismo. En medio de las reuniones por las comisiones, alcanzaron a proyectar que de cursar el acuerdo entre ambas coaliciones la DC tendría un año la presidencia, otro año el PS, otro el Frente Amplio y el último año se dividiría entre el PPD y el PC, todo, según la proporción de cada bancada, afirman desde la Nueva Mayoría.

Sin embargo, después que a inicios de enero los diputados Giorgio Jackson (Revolución Democrática) y Vlado Mirosevic (Partido Liberal) sonaron como candidatos en la coalición, las diputadas electas Pamela Jiles (Partido Humanista) y Claudia Mix (Poder) se mostraron también interesadas en asumir el desafío. Y mientras las negociaciones sobre las comisiones se entramparon por las exigencias de la DC y el PR, la diputada Jiles acusó "machismo" en la promoción de los líderes hombres.

Además, mientras ya llevaban más de dos reuniones con los representantes de la Nueva Mayoría, la DC le exigió al Frente Amplio saber quién sería el que ocuparía la presidencia por su parte. La exigencia complicó a los frenteamplistas, ya que no tenían zanjado internamente este punto.

Fue a inicios de enero que el alcalde de Valparaíso y militante del Movimiento Autonomista (MA), Jorge Sharp, explicitó el rechazo hacia las tratativas. “Nuestra acción central no puede estar en presidir uno de los poderes del Estado con mayores grados de deslegitimidad, ¿quién dijo que eso era una prioridad? ¿Dónde se discutió?", aseguró en una entrevista con El Mostrador a principios de enero.

Tras esto, el diputado Gabriel Boric, también del MA, calificó como “secundario” el debate interno sobre la presidencia de la Cámara y en un punto de prensa sostuvo que “no es una prioridad para nosotros. Yo veo que la discusión se ha estado tornando cada vez más oscura, y creo que nosotros como Frente Amplio tenemos que tener otras prioridades”.

En tanto, el miércoles pasado la propia ex candidata presidencial del sector, Beatriz Sánchez, llegó hasta la reunión de la mesa nacional y abordó la materia. A varios asistentes de la cita les llamó la atención que la periodista preguntó preocupada dónde se había acordado que negociarían con la Nueva Mayoría este tema, distanciándose de las tratativas. El mensaje de Sánchez no fue en vano y desactivó la poca fuerza que le quedaba a la ofensiva.

Así, en el bloque y el entorno de Jackson, observaron con preocupación el aparecer en "peleas chicas" con el oficialismo. Junto con esto, incluso ponderaron que de conseguir la presidencia, el puesto sería un desgaste innecesario, ya que nada garantizaba que estando ellos en la testera la Nueva Mayoría -en especial la DC- colaboraría con su gestión.

"Tres de los últimos presidentes de la Cámara no fueron reelectos", comentaban en privado en RD a la hora de abordar los costos de que uno de los suyos presidiera la testera, refiriéndose a Osvaldo Andrade (PS), Marco Antonio Núñez (PPD) y Aldo Cornejo (DC) que perdieron en la última elección.

Con todo, en la última reunión de la mesa nacional del Frente Amplio si bien la mayoría de los representantes apoyó la decisión de renunciar a la testera, el Partido Poder cuestionó que esto se haya zanjado en la reunión de la bancada y no en el espacio político de todos los movimientos y partidos del conglomerado.

Poder destacó que hubo diputados que no pudieron asistir a la reunión y que en el espacio de la bancada no todos los movimientos de la coalición tienen representación, ya que el Partido Igualdad, Nueva Democracia, el Movimiento Democrático Popular y el Movimiento Democrático Progresista no alcanzaron un escaño. Tras esto, Izquierda Autónoma se sumó a la advertencia del riesgo de "parlamentizar" al sector.

De todas formas, el diputado de RD, Miguel Crispi, argumentó que "la bancada del Frente Amplio tendrá que convivir con tomar decisiones cotidianamente y no siempre habrá suficiente tiempo para poder conversar con la mesa nacional". El diputado electo agregó que "en algunos casos no alcanzaremos a discutir con la mesa y la clave será saber buscar los equilibrios y jerarquizar los temas". 

Finalmente, el conglomerado acordó elaborar un "protocolo de funcionamiento" entre ambas instancias, la mesa nacional y la bancada parlamentaria, para que no se produzcan nuevos conflictos.

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