"Save My Ink Forever", que se traduce en "Guarda mi tinta por siempre", es una empresa estadounidense que se encarga de la preservación y la enmarcación de los tatuajes de personas difuntas. Esto con la intención de que los familiares de los fallecidos puedan colgar el arte corporal en sus paredes y recuerden los tatuajes favoritos de sus seres queridos.

Todo comenzó cuando Kyle Sherwood, director ejecutivo de la empresa, y un grupo de amigos tuvieron la idea de combinar su amor por los tatuajes y el trabajo de la familia de Kyle, que pertenece al sector funerario.

"En lugar de enterrarlos en un ataúd o de incinerarlos (los tatuajes), hemos sido capaces de crear un recuerdo para las familias, que pueden tener un pedazo de la persona a la que querían y que cuando lo miren puedan evocar algo especial de ella si tenía un tatuaje", explica Kyle. 

Cuando una persona muere, la familia tendrá que ponerse en contacto con "Save My Ink Forever" para que envíen un kit de eliminación de tatuajes para que corten el pedazo seleccionado. El tatuaje cortado se coloca en un conservante seco y se envía a la empresa donde se conservará durante los próximos tres o cuatro meses. Por último, la compañía hace coincidir cada tatuaje con un marco personalizado con vidrio UV y se lo envía a la familia.

Para un tatuaje de cinco pulgadas por cinco pulgadas, el proceso completo cuesta 1,599 dólares, incluida la conservación, el envío y el marco personalizado.

Kyle asegura que a pesar de lo particular que es su empresa, Save My Ink Forever hace aproximadamente 100 preservaciones al año, un número no menor. Además, actualmente también operan en Canadá y Reino Unido.

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