Era el mejor alumno del curso y muy buen compañero, por lo que nadie se imaginó que iba a desaparecer con el dinero de la fiesta de graduación. Sus amigos, indignados, le dieron 48 horas para que aparezca y devuelva el dinero, sino, lo denunciarán a las autoridades por el delito de estafa.

El hecho ocurrió en la Escuela de Enseñanza Media para Adultos Nº 1.299 de Rosario, Argentina, luego de que unos 25 alumnos de dos cursos de quinto año -cuarto medio en Chile- delegaran la responsabilidad de juntar el dinero en Marcos, un joven de 26 años que se ofreció para la tarea.

"Está con nosotros desde primer año. El mejor alumno de la clase, siempre atento y solidario con todos. El típico chico 10. ¿Cómo íbamos a imaginar algo así?", dijo Gisela, una de las afectadas, a Clarín.

Todo comenzó a finales del año pasado cuando Marcos se ofreció como voluntario para la organización, pues según él, tenía mucho tiempo libre. Días después, llegó con una propuesta de lugar que costaba unos 500 pesos argentinos por persona, cerca de 10 mil pesos chilenos.

El lugar fue aceptado por sus compañeros y Marcos debía juntar el dinero. Los jóvenes se lo fueron entregando a medida que podían ahorrar algo, pues todos trabajan y estudian. Pero poco después, la situación se tornó sospechosa.

Marcos llegó pidiendo más dinero asegurando que el precio por persona había subido, sin embargo, varios se negaron y argumentaron que el costo era fijo. Ante las sospechas, Gisela y otros compañeros fueron al salón de eventos para aclarar la situación.

La secretaria les dijo que el costo se mantenía, pero que si no pagaban pronto, iban a perder la reserva. Ahí se dieron cuenta que Marcos solo había pagado una parte.

Le enviaron un mensaje, pero nunca respondió y desde ese momento apagó el teléfono y nadie pudo ubicarlo más. Dejó de ir a clases y sus compañeros calculan que se llevó cerca de 55 mil pesos argentinos, más de un millón de pesos chilenos.

"Nos robó mucho más que dinero. Nos robó la ilusión de tener una fiesta de fin de curso, nunca se lo vamos a perdonar", asegura Gisela. Ahora los damnificados están evaluando denunciarlo en la fiscalía, pero eligieron hacer público el caso primero para que el estafador aparezca con el dinero que se robó.

Pero como no saben si eso ocurrirá, ya empezaron a organizar actividades para recolectar algo de plata. Este fin de semana harán un bingo en el patio del colegio.

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