Tras una tendencia al deterioro que se ha prolongado por seis meses consecutivos, la confianza de los consumidores cruzó en junio el umbral del pesimismo por primera vez en dos años. El Índice de Percepción de la Economía (IPEC) alcanzó 49,2 puntos, ubicándose bajo los 50 puntos, que marcan el nivel de equilibrio entre optimismo y pesimismo.
Con esto, la racha de optimismo de los consumidores chilenos, que se inició en 2010 después de la crisis financiera internacional 2008-2009, parece haber llegado a su fin. El punto más alto de este ciclo positivo se observó en 2013, cuando el IPEC superó los 59 puntos. Desde entonces, el optimismo se ha venido deteriorando en forma lenta, pero consistente.
De acuerdo al informe mensual de la consultora Adimark, la "ya ampliamente reconocida desaceleración de la economía chilena" llegó finalmente a los consumidores. "Los datos del estudio muestran que las personas están preocupadas del empleo y las remuneraciones; las percepciones sobre la situación de las empresas muestra signos de deterioro", agrega.
El Banco Central, el ministerio de Hacienda y analistas volvieron a reducir sus expectativas de crecimiento para este año, incluso se mencionan proyecciones de crecimiento inferiores al 3%. Mientras que en el comercio, automóviles e inmobiliarios anuncian bajas de ventas y reducción de sus expectativas para lo que queda del año.
"Es muy probable, además, que la intensa discusión política del último mes respecto a la reforma tributaria haya incidido en esta baja de las expectativas de las personas", explica.
En el sexto mes del años, los sub-indicadores del IPEC que más caen son los que se relacionan con las perspectivas para el país, tanto presentes como a mediano plazo (12 meses) y largo plazo (5 años). "Esta visión naturalmente afecta las intenciones de compra, especialmente de viviendas y bienes durables, las que se mueven a la baja", precisa la consultora.
Sin embargo, el indicador que muestra la peor tendencia, es el de expectativas de empleo, que cae a un nivel no observado desde el 2009, excepto por una observación aislada en el invierno de 2011 en el peak de los movimiento sociales.
En la lado opuesto, destaca que las expectativas del alza de la inflación, que venían creciendo rápidamente hasta mayo, se moderaron durante junio. Adimark explica que esto es "una buena noticia para las personas ya que, según muestra este mismo índice, históricamente el optimismo se mueve en forma inversa a las expectativas inflacionarias".
Por su parte, el índice de percepción sobre resultados de las empresas volvió a bajar en forma importante en junio y alcanzó los 59,9 puntos, su peor resultado en cuatro años. "Este indicador se asocia estrechamente a las expectativas respecto a evolución del empleo, las cuales, como se ha dicho, este mes también se deterioran", detalla.
Adimark explica que el estudio no mide los efectos tras el acuerdo transversal en torno a la reforma tributaria, ya que el estudio cerró antes de eso ocurriera, lo que "sin duda, independiente de su contenido, debiera disminuir los niveles de incertidumbre".
