La preocupación por la alta tasa de muertos tras la epidemia del virus ébola en África Occidental, que ya suma 887 víctimas fatales, llegó hasta el Banco Mundial.
A través de su sitio web, sus representantes aseguraron el compromiso de fondos de emergencia por un monto de hasta 200 millones de dólares para ayudar a Guinea, Liberia y Sierra Leona, frenando la expansión de las infecciones causadas por este virus, ayudar a las comunidades a hacer frente al impacto económico de la crisis y mejorar los sistemas de salud pública en la región.
Por su parte Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial y médico experto en el tratamiento de enfermedades infecciosas, dijo que “informaría lo antes posible al Directorio Ejecutivo del Grupo del Banco sobre la situación actualizada de la epidemia y buscaría su aprobación para el nuevo paquete de emergencia”, declaró.
“Estoy muy preocupado porque habrá muchas más vidas en riesgo a menos que pongamos freno a esta epidemia de ébola”, manifestó el presidente.
El artículo del Banco Mundial, señala que en su anuncio, presentado el primer día de la Cumbre Estados Unidos-África realizada en la ciudad de Washington, Kim señaló que “l nuevo compromiso financiero servirá para costear los suministros médicos que se requieren con urgencia, los salarios del personal médico y otros elementos vitales para estabilizar el sistema de salud, al tiempo que se ayuda a las comunidades a enfrentar las dificultades financieras causadas por la epidemia. El nuevo paquete del Grupo del Banco también contribuirá a fortalecer las redes de laboratorios y de vigilancia de enfermedades para evitar futuros brotes epidémicos”, aseguró.
EL IMPACTO ECONÓMICO
El Banco Mundial advirtió que el virus del ébola afecta directa e indirectamente las economías de Guinea, Liberia, Sierra Leona y países vecinos.
De acuerdo con una evaluación inicial del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, se prevé una caída del crecimiento del producto interno bruto de nada menos que un punto porcentual, de 4,5 % a 3,5 %.
La agricultura también se habría visto perjudicada en estos tres países, porque los trabajadores rurales abandonaron las zonas de cultivo en las regiones afectadas.