“Somos el único país desarrollado donde esto sucede, y ahora pasa una vez por semana”. Así, Barack Obama respondió a las preguntas sobre violencia y uso de armas, situación que nuevamente afecta de sobremanera a Estados Unidos.
El mandatario culpó de los constantes crímenes a una combinación entre enfermedades mentales y el fácil acceso a las armas en su país. “¿Cuál es la diferencia? La diferencia es que estos tipos pueden acumular un montón de munición en sus casas”, dijo Obama.
Finalmente, se refirió a las pocas posibilidades de pasar una nueva legislación en control de armas. “Si la opinión pública no exige cambios en el Congreso, no cambiará. En este momento no es siquiera posible conseguir las mínimas restricciones a través del Congreso y deberíamos estar avergonzados por ello”, sentenció.
