El Papa llegó con la misión de re-evangelizar una nación que vive uno de sus momentos más bajos por la pérdida de fieles y denuncias por abusos de sacerdotes a menores.
Llegó al país recibido con mucho menos entusiasmo que cuando iba su antecesor Juan Pablo II, pero finalmente el Papa Benedicto XVI consiguió ser llamado el nuevo Papa mexicano, así se lo han demostrado miles de fieles en las calles.
En la Plaza de la Paz de Guanajuato los niños fueron los protagonistas de la fiesta. Hasta 12 horas esperaron algunos para ver pasar al Papa y gritarle como si se tratara de una estrella de rock. Benedicto XVI se deleitó con la música de decenas de niños que le cantaron Cielito Lindo y La Cucaracha.
El Papa llegó con la misión de re-evangelizar una nación que vive uno de sus momentos más bajos por la pérdida de fieles y denuncias por abusos de sacerdotes a menores. El pontífice se reunió con el presidente, Felipe Calderón, para hablar sobre la violencia, el cambio climático y la migración. También saludó a víctimas de la violencia, madres de desaparecidos y secuestrados. Muchos esperan que en una próxima visita también pueda hablar con las víctimas de abusos sexuales como lo ha hecho en otros países.
Hoy, Benedicto XVI oficiará una ceremonia en la ciudad mexicana de Silao, en el estado de Guanajuato. En Parque del Bicentenario se presentará ante unas 500 mil personas. Está prevista la presencia de todas las altas autoridades del país así como de los cuatro candidatos a la presidencia de México. Mañana será el turno de Cuba donde se espera esté tres días.
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