(Foto: Agencia Uno/Archivo) El Gobierno ya contactó al Banco Mundial y a la Comisión de Estadísticas de la Unión Europea, organismos que analizarán y entregaran sus recomendaciones respecto a los resultados del último Censo.
La alta tasa de omisión fue el principal problema que detectó la comisión. Este índice, que se obtiene al comparar la población efectivamente censada y la población proyectada para ese año, alcanzó un 9,3% según el informe, tres veces mayor al de los censos anteriores.
La idea que evalúa el Ejecutivo es repetir el proceso sólo en las comunas donde hubo un porcentaje significativo de omisión (sobre el 20%). Esto último explicaría la diferencia entre la última tasa de omisión con los censos anteriores.
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