Este domingo se realizan las elecciones presidenciales y legislativas en Bolivia para el período 2015-2020, donde todas las encuestas dan como claro ganador a Evo Morales, quien obtendría su segunda reelección, quizás hasta sin necesidad de segunda vuelta.
Votantes, candidatos y sondeos
Según el medio BBC Mundo son casi seis millones de bolivianos los que acuden a las urnas para elegir al Presidente y vicepresidente del país, así como a 36 senadores y 130 diputados nacionales.
El actual mandatario, Evo Morales, y su partido, el Movimiento Al Socialismo parten como claros favoritos, con un 59% de apoyo según los sondeos, muy por delante de su principal rival, el empresario del cemento Samuel Doria Medina, de centro derecha que posee un 19% de intención de voto.
Otros candidatos son el ex Presidente Jorge Quiroga (2001-2002), el ex alcalde de La Paz, Juan del Granado, y el indígena Fernando Vargas, ex aliado de Morales.
Sin embargo, la apuesta de Morales es alta: quiere ganar con el 74% de los votos, es decir, 10 puntos más que su primera reelección en 2009 y 20 puntos más respecto de 2005.
Crecimiento económico
Bolivia ha experimentado varios avances económicos en los últimos años, razón que podría explicar el por qué sus ciudadanos están dispuestos a volver a elegirlo.
Se destaca, principalmente, una reducción de la pobreza de un 60% en 2005 a un 45% en 2011, al igual que la pobreza extrema que fue reducida en un 15%, según cifras del Instituto de Estadística de Bolivia, recogidas por BBC Mundo.
Además desde 2006, el país ha crecido a un ritmo anual medio del 5% y hoy en día, con una proyección de aumento del Producto Interno Bruto del 5,5% para 2014, éste es el país con mejor desempeño económico de toda Sudamérica, según cifras del Fondo Monetario Internacional.
Asímismo con las reservas internacionales, las cuales se encuentran a un nivel sin precedentes del 48%, un porcentaje del PIB mayor que el de las reservas chinas, por ejemplo.
Frente a esto, la oposición del país, argumenta que el avance de la economía no es mérito de Morales, sino de las políticas de libre Mercado de la década de 1990 y, sobre todo, del alto precio internacional del gas, el petróleo y los minerales, que han llenado las arcas del Estado.
