(Foto: AP) Desde el lunes los hospitales públicos y mutualistas deben prestar el servicio a aquellas mujeres que soliciten interrumpir su embarazo.
Las autoridades sanitarias de Uruguay plantean que los abortos se realicen en el propio hogar de la mujer interesada, utilizando los fármacos misoprostol y mefipristona. Aunque se respetará ante todo la voluntad de la paciente, la intervención domiciliaria se priorizará sobre la hospitalización y los métodos quirúrgicos.
El rol de los centros de salud se limitará a tener un equipo multidisciplinario para evaluar la situación de cada embarazada y guiarla en los pasos a seguir. Luego se le facilitarán los fármacos abortivos, se le instruirá en el procedimiento y se hará un seguimiento de su situación. La ley contempla cuatro consultas con estos equipos multidisciplinarios, una de ellas posterior al aborto.
La publicación de la Ley de Despenalización del Aborto en el diario oficial fue el 29 de noviembre.
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