Aparentemente, llamarse Marius y ser una jirafa en Dinamarca es símbolo de mala suerte.
Pocos días después del sacrificio de una cría de 18 meses en el zoológico de Copenhagen, otro establecimiento, el Jyllands Park Zoo, anunció que podría tomar la misma decisión con una de sus jirafas, un macho de siete años, curiosamente, también llamado Marius.
El zoológico fue aprobado por el programa europeo de crianza, por lo que teniendo dos jirafas machos decidirían sacrificar a una ante la posibilidad de adquirir una hembra.
Janni Løjtved Poulsen, encargada del zoológico aseguró a The Guardian que “si nos dicen que hay que aplicarle la eutanasia (a Marius) por supuesto lo haríamos”, señalando que el futuro del animal queda en manos del coordinador del programa de crianza del recinto.
Asimismo, Poulsen manifestó su apoyo al desollamiento del otro Marius, en el que varios niños vieron como la jirafa era alimentada a los leones. "Hubiésemos hecho lo mismo", sentenció.
