Desde julio el escenario para Metro no da tregua: a principios de ese mes, explotó un artefacto en una comisaría de Lo Prado. Dos días después estalló una bomba en la estación de Metro Los Domínicos. Luego, el 23 de julio explosionó otra en el frontis de la parroquia Santa Ana, ubicada en calle Catedral. Ayer, el bombazo ocurrido en la galería comercial del SubCentro en Escuela Militar, concluyó con 14 heridos y un pánico generalizado entre los ciudadanos de la capital.
Todas estas polémicas han llevado a cuestionarse la seguridad de los usuarios.
Por ello, la empresa Metro ha tomado medidas extraordinarias que tienen que ver básicamente con el reforzamiento de protocolos internos que ya rigen.
Una de ellas, tiene relación con la revisión de los trenes. Antes del atentado ocurrido en la estación Los Domínicos, se revisaban aleatoriamente los carros en las estaciones.
Desde el episodio en adelante, “todos los trenes son evaluados en todos los terminales, tanto finales e intermedios”, aseguraron a T13.Cl, desde la empresa.
Estas acciones son realizadas por personal de metro vestido de civil, tanto como por los guardias uniformados que trabajan en las estaciones.
BASUREROS
Metro ha retirado basureros metálicos en algunas estaciones y aquellos que son fijos (o inamovibles), los ha sellado estos días con el fin de “impedir que se instalen artefactos explosivos en ellos”, aseguró el presidente de la empresa, Aldo González.
De todas formas, el representante de Metro recordó que la medida “no será permanente, pero es una medida indefinida por el momento”.
Conjunto con esta medida, se han reforzado los sistemas de alerta en las cámaras de vigilancia de todas las estaciones.
