En mayo de 2011 HidroAysén recibió la aprobación ambiental y más de 30 reclamaciones de organismos públicos con indicaciones al proyecto. Desde entonces, y más allá de la oposición de parte de la ciudadanía, el maga proyecto entró en una etapa de dudas sobre su viabilidad política, que se vio reflejada en la última elección presidencial.
Estas dificultades motivaron que uno de los accionista, Endesa Chile (51%), a retirar a Hidroaysén de la cartera de proyectos en América Latina que se presenta a inversionistas. Colbún, el otro accionista con un 49%, no se ha manifestado.
A pesar de las dificultades, hasta ahora Endesa seguía incluyendo a HidroAysén como uno de los proyectos estrellas para la región, junto a otras 8 centrales. Sin embargo, en noviembre la empresa decidió retirar el mega proyecto en la Patagonia chilena, que sumaba US$10 mil millones.
La empresa dice hoy que HidroAysén es un proyecto lejano y sobre el cual existe incertidumbre y que además tiene decisiones pendientes como la línea de transmisión, uno de los temas más polémicos vinculados al proyecto completo.
Más allá de la no manifestación del consejo de ministros desde 2011, durante la campaña presidencial, Michelle Bachelet habló de la inviabilidad del proyecto. Al menos, tal como se le conoce hoy.
