Luego del paso de la Reforma Educacional al Senado, el Obispo Héctor Vargas, Presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, describió en el Congreso Nacional de Educación Católica los seis puntos que según la Iglesia deben ser mejorados en el proyecto.
1. Trabajo en Red
Según el obispo de San José de Temuco, este eje se trata de consagrar el trabajo de redes de colegios "debidamente informadas a la Superintendencia de Educación y fiscalizadas por esta, sujetas a eventuales sanciones, en caso de faltar al deber de transparencia o a las condiciones de mercado en el desarrollo de operaciones con personas relacionadas".
2. Transición de colegios con copago alto
Pareciera quererse normar todo en un modo tal, que se corre el riesgo de privar a todos los sostenedores particulares de espacios que son vitales para el desarrollo del proyecto educativo
La predicción de la iglesia, es que aquellos colegios en los que los apoderados realizan un mayor aporte económico tendrán dificultades para realizar su transición a la gratuidad. Para evitar esto Vargas propone que el Estado diseñe planes para asegurar la viabilidad de ellos y que "como mínimo debe considerarse en UF la suma del total de la subvención regular más el total de financiamiento compartido y garantizarlo cada año, lo que actualmente no se hace en el proyecto".
3. Situación de inmuebles
Ante la intención del gobierno de que los colegios sean los dueños de sus propios espacios físicos, la Iglesia dice entender el valor de esta medida, pero manifiesta sus reparos con la forma y establece que "se requiere una política más agresiva del Estado para fortalecer la compra, incentivar los comodatos por sobre los arrendamientos, y dejar los arrendamientos de manera regulada como opción para aquellos que no pueden o no desean vender o comprar".
4. Topes para apertura de colegios
El proyecto de Gobierno establece que la apertura de nuevos establecimientos estará limitada a zonas en las que no hayan cupos suficientes para cubrir la demanda de alumnos. La entidad eclesiástica puntualizó que "no existe justificación para atender exclusivamente a una mera sumatoria de vacantes y no a la sana y necesaria diversidad de proyectos educativos que permitan el acceso a quienes deseen formar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones".
5. Sobrerregulación
En su intervención el monseñor Héctor Vargas afirma que "con la finalidad de evitar legalmente hasta la más mínima infracción, pareciera quererse normar todo en un modo tal, que corre el riesgo de privar a todos los sostenedores particulares de espacios que son vitales, para el libre y creativo desarrollo y gestión de sus peculiares proyectos educativos".
6. Mejoramiento general del articulado
La Iglesia propone modificaciones puntuales a la redacción del proyecto entre las que destaca una flexibización de la norma de forma tal que "junto con asegurar las ideas matrices del proyecto, no se impongan regulaciones que rigidicen e inhiban el libre desarrollo de las características de los proyectos educativos".
