Por Carolina Mascareño
Una férrea defensa a la posibilidad de impulsar un plebiscito para reformular la actual Constitución realizó hoy el académico Fernando Atria en un seminario sobre la materia que se realiza en el ex Congreso.
Según planteó, si bien el debate por el cambio a la carta ha sido hasta ahora secundario, "creo que es inevitable que, en algún momento, el programa de reformas de la Nueva Mayoría va a chocar con el techo de la Constitución".
A su juicio, se debe pensar en "cuál es el problema constitucional, para dar una solución adecuada", y que en esa línea, "el problema sería la neutralización política" que subyace a la constitución. "El modelo está constitucionalmente protegido y a salvo (...) hay una serie de trampas que hacen que, pase lo que pase, los que defienden la Constitución impuesta por la dictadura, ganan", dijo.
En este marco, Atria argumenta que "la cancha es la trampa y es poco probable que el problema de vaya a solucionar jugando otro partido en la misma cancha tramposa". Por ello, aseveró que "hay que cambiar la decisión de neutralización por una de habilitación política".
Sobre la forma de llevar a cabo estos cambios, y el lema de Bachelet de que la vía debe ser "democrática, participativa e institucional", Atria defendió la consulta ciudadana, aduciendo que "hoy el plebiscito constitucional es institucional".
"Este sería un paso en la estructuración de un proceso constituyente, que abre la posibilidad de avanzar al proceso constitucional, el que debe ser considerado como un proceso y no un momento".
Desde otra perspectiva, el experto constitucional Francisco Zúñiga, refutó a Atria, acotando que "La reforma constitucional debe ser abordada desde dos perspectivas: la reforma de la reforma, y la reforma que instaure una nueva Constitución".
Jorge Correa Sutil (DC), en tanto, comentó que "me siento pesimista ante el tema constitucional" porque "actualmente estamos hablando más de filosofía que de política", y que "hablar del pecado original de la Constitución del '80 no nos ayuda a construir una nueva". "Hablamos de una nueva Constitución sin un diagnóstico político de por qué está mal la que tenemos", sentenció.
