El líder de Fuerza Pública y ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, acusó al gobierno y a la Nueva Mayoría de una “caza de brujas” (e incluso una “razia”) contra él y sus cercanos.
Ante ello, las respuestas no tardaron en llegar.
El vocero de gobierno Álvaro Elizalde afirmó que "simplemente no es efectivo. Ustedes saben que el Gobierno está comprometido en generar todos los canales de entendimiento para construir las mayorías necesarias para llevar adelante las reformas que el país demanda".
Por su parte, el presidente de la DC, Ignacio Walker, también se sumó a las críticas por la acusación apuntando que aún “Andrés Velasco tiene que definir su domicilio político”.
“Él fue con nosotros a una primaria el 30 de junio del año pasado, que fue abierta y vinculante, y por lo tanto, debiéramos estar en el mismo barco, el barco del gobierno de la Presidenta Bachelet, de la Nueva Mayoría, porque Andrés Velasco fue parte de esa primaria y tenemos un compromiso en ese sentido", sentenció Walker.
Osvaldo Andrade, en tanto, sostuvo que Velasco se creó un “enemigo imaginario”.
“Me causa un poco de desazón porque yo le tengo harto respeto a Velasco, incluso le tengo afecto a pesar de las diferencias que tuvimos, el hace su pega, tengo mucho respeto por su validez intelectual”, subrayó.
El presidente del PS aseguró que Velasco “se ha transformado en un detractor de las políticas públicas de Bachelet y yo creo que lo hace desde un cierto privilegio, es un detractor de las políticas públicas de Bachelet desde dentro, yo creo que valdría la pena hacer un esfuerzo de definición en relación con eso, se está o no se está”.
