En Inglaterra, una mujer llamada Laura Cunliffe admitió colocar a su gato Mowgli dentro del microondas y encender el aparato por 5 minutos, después de descubrir los restos de su pez dorado tirados en el suelo de la casa.
Ante la confesión, la Corte de Barnsley resolvió condenar a la mujer con 14 semanas de cárcel y una prohibición de por vida de tener animales, orden a la que no podrá apelar hasta dentro de cinco años.
Cunliffe dijo que después de aproximadamente un minuto se dio cuenta de lo que había hecho y corrió a rescatar a su gato, sin embargo el animal ya se encontraba en mal estado, le costaba respirar, y murió unos 90 minutos después.
Como un “acto de crueldad horrenda” calificó el tribunal los hechos, mientras también lamentaron el sufrimiento del animal, quien tuvo una muerte lenta y extremadamente dolorosa.
