El ex capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, que naufragó en las islas de Giglio en enero de 2012, fue hallado culpable y condenado a 16 años de cárcel, por la responsabilidad que se le otorgó en el accidente que cobró la vida de 32 personas y 64 heridos. El fallo pone fin a tres años de proceso.
Las deliberaciones duraron alrededor de siete horas y finalmente el magistrado, Giovanni Puliatti, dictaminó esta condena que resultó inferior a la que solicitaba la Fiscalía –pedían 26 años y tres meses de cárcel.
“Quiero decir, quizás no he sido comprendido, que el 13 de enero del 2012 en parte también morí yo. Desde el 16 de enero ha sido ofrecida mi cabeza con la equivocada convicción de salvar intereses económicos”, afirmó visiblemente emocionado, previo al veredicto, el ex capitán y único imputado por este caso.
En ese sentido, agregó que "es difícil definir como vida lo que está pasando" y se dirigió a la prensa asegurando que “han caído en su trampa y han distorsionado la realidad de los hechos”.
Schettino fue muy criticado por abandonar el barco antes de que todos los pasajeros fueran evacuados, mientras que el alegó que resbaló sin querer hasta un bote salvavidas y en esa instancia ayudó con las tareas de rescate desde tierra.
