El lunes 31 de marzo, el juez Peter Tomka de la Corte Internacional de Justicia de La Haya determinó que la caza de ballenas en Japón no correspondía a investigaciones científicas válidas, por lo que ordenó al país nipón a cesar estas prácticas.
Hoy continúan las repercusiones por la sentencia.
A través de un comunicado la empresa Rakuten –que también es cuestionada por comercializar marfiles- señaló que “pidió hoy a los comerciantes cancelar las ventas de productos con carne de ballena en su mercado (la que además dejará de ser publicitada en la página). Rakuten también pidió a los mercaderes retirar desde sus tiendas online todos los productos relacionados a ello dentro de los próximos 30 días”.
Hace pocos días, la Agencia de Investigación Medioambiental (EIA), junto a Humane Society International (HSI), reveló que Rakuten ponía en su sitio web más de 28 mil comerciales por marfiles de elefantes y 1.200 por carne de ballena, muchos de ellos provenientes de especies protegidas.
Hoy, la EIA valoró la movida de la compañía, señalando que el retiro de publicidad es un reconocimiento claro de que “vender la carne de ballenas en riesgo y protegidas, es seriamente dañino para su reputación global y para la salud de sus clientes”.
Ahora, los grupos animalistas tendrán una nueva batalla con Rakuten. “Le pedimos a la empresa que ayude a proteger a los elefantes al prohibir de inmediato la publicidad de productos de marfil”, sentenció la EIA.
