"Nunca le dije a nadie que 800 cuerpos fueron arrojados a una fosa séptica. Eso no vino de mí. Esas no son mis palabras", explica Catalina Corless sobre una historia que remeció al mundo y que aseguraba que casi 800 niños habían sido arrojados a un foso séptico en la década de los 60, por las regentas de un convento irlandés. Una versión de la historia, publicada por el Irish Mail, fue replicada por todos los medios del mundo (incluido este medio). Nuevos antecedentes, hacen dudar de la historia publicada.
The Irish Time inició su propia investigación, con un resultado totalmente distinto al publicado y que daba cuenta del entierro masivo de niños ilegítimos. Catalina Corless es una historiadora que ha estado trabajando durante varios años en los registros relacionados con las madres y los niños de la antigua casa Santa María en Tuam, en donde estaba la casa de acogida. Su investigación reveló que 796 niños, la mayoría de ellos bebés, murieron entre 1925 y 1961 en ese lugar. A diferencia de la información que fue publicada, los niños murieron de diversas maneras y no por obra directa de las monjas. Según certificados de defunción recogidos por Corless, murieron de tuberculosis, sarampión, gripe, bronquitis y meningitis. Todas enfermedades muy típicas de la época y que mataban niños en toda Irlanda y el mundo.
En la casa de acogida vivían 200 niños y 100 mujeres. Todos muy hacinados y más proclives a las enfermedades, como dice Corless, quien en 2012 escribió un libro llamado "La Casa" y que cuenta la historia de los 796 niños que murieron ahí. En una versión muy distinta a la publicada por los medios. Incluso, en el texto se explica que mucha gente va a dejar flores aún al lugar en donde fueron enterrados. No es un secreto para ellos.
Para Corless el pozo descubierto con huesos de niños, no tiene 796 niños como se ha dicho. Entre 1925, cuando la casa se abrió y 1937 el tanque en cuestión se mantuvo en uso. Durante ese período, 204 niños murieron en la casa. El gobierno Irlandés abrió una investigación para aclarar los hechos, para saber el origen de los cuerpos encontrados. "Mi intención es que se sepa la verdad", dice Corless
