Anthony Maslin y Rin Norris perdieron sus tres hijos en el vuelo de Malaysia Airlines que cayó en Ucrania (probablemente derribado por rebeldes pro rusos) el jueves pasado. Mo de 12 años; Evie, de 10 y Otis de 8 volvían a Australia junto a su abuelo, luego de las vacaciones con su familia en Amsterdam.
"Es un infierno más allá del infierno", dijo Norris en una carta dirigida al ministerio de Asuntos Exteriores de Australia. "Nuestro dolor es intenso e implacable. .Nuestros bebés no están aquí con nosotros...Tendremos que vivir con este acto de terror, cada día y cada momento por el resto de nuestras vidas", recalcó la mujer.
En el comunicado, que fue enviado también a los medios, la familia Maslin recalca que nadie merece sentir el dolor que ellos están experimentado, ni siquiera "las personas que dispararon a nuestra familia". Y enfatizan. "No hay odio al mundo tan fuerte como el amor que tenemos como pareja, lo que nos da un poco de consuelo".
En la carta, la familia Maslin agradece a los amigos y a las familias que han estado cerca de ellos y a la comunidad.
