“Cuando miles de civiles inocentes están en peligro de ser masacrados, y tenemos la capacidad para ayudarlos, lo hacemos”, afirmó Barack Obama respecto a la autorización de bombardear a los yihadistas del Estado Islámico en Irak.
De acuerdo al mandatario estadounidense, la acción fue pedida por el mismo gobierno iraquí. No obstante, aclaró que Estados Unidos no se verá involucrado en otra guerra en esa nación y que no enviará tropas en terreno.
Específicamente, aseveró que la intención de su gobierno es detener una masacre, operativo que –afirmó- muestra del “sello distintivo del liderazgo estadounidense”.
“Hacemos todo lo que es necesario para proteger a nuestra gente. Y apoyamos a nuestros aliados cuando están en peligro”, expresó Obama.