La organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) espera que el crecimiento global reduzca de un 3,6 por ciento en el período 2010-2020 a un 2,4 por ciento entre 2050 y 2060.
Asimismo, los ingresos entre las economías desarrolladas y emergentes acortarían su brecha, pues se tendería a que la interdependencia económica entre países de la OCDE y los que no están afiliados a ella aumente (actualmente un 25 por ciento del comercio mundial toma lugar en países que no pertenecen a la OCDE, lo que se duplicaría en 50 años).
Además, la organización estima que en 50 años la fuerza laboral disminuirá hasta en un 20 por ciento.
Para enfrentarse a esto, la OCDE recomienda a los países posponer la edad de retiro laboral, y suministrar mejores incentivos a los trabajadores mayores, además de generar estrategias de aprendizaje para las transiciones entre trabajos.
Por otro lado, instan a que para combatir la desigualdad se creen mejores políticas de redistribución, revisando los mecanismos educativos y de estructura tributaria. Pero, aún más importante, señala la organización, sería la cooperación internacional en el (libre) comercio, lo que permitiría poner énfasis en investigación y desarrollo tecnológico.
