Se trata de una norma que fue creada en 1975 por el Departamento de Vivienda, Urbanismo y Obras Públicas de la época, y que fue titulada como “Reglamento para el Transporte y Tránsito de Personas en la Red Metro”.
En diez planas, establece una serie de derechos y obligaciones que deben cumplir los pasajeros que utilicen este transporte público.
Al igual que la polémica “Política de bultos” que comenzará a regir en octubre de este año, el reglamento que opera hace 39, propone que los pasajeros “sólo pueden portar bolsos portadocumentos y pequeñas maletas o paquetes, siempre que no ocasionen molestias a los demás pasajeros”.
Además, las personas pueden ingresar con animales domésticos, mientras que estas mascotas sean portadas en maletas o carros cerrados que no superen los 60 centímetros de altura.
La nueva “norma anti-bultos”, indica transmitir el mismo propósito del reglamento ya existente: el tamaño de lo que transporta un pasajero puede molestar al resto o causar accidentes.
El actual, establece que los pasajeros pueden ingresar todo equipaje y carro de carga que pase por debajo del torniquete y cuya dimensión máxima sea de 80x50x60 centímetros.
