El gobierno venezolano maneja la tesis de un asesinato por encargo y un móvil político en la muerte del diputado socialista Robert Serra, que el jueves apareció muerto junto a su esposa en su casa en las afueras de Caracas.
“Esta ha sido la prueba que más nos ha sacudido, que más nos ha dolido, el asesinato por parte de sicarios de estos dos jóvenes”, dijo el mandatario venezolano Nicolás Maduro, en la capilla ardiente del legislador y su mujer.
Maduro agregó que se trató de “un asesinato premeditado, calculado”.
Como era de esperarse, el crimen generó aún más división en la política venezolana. La vicepresidenta de la Asamblea Nacional, la socialista Blanca Eekhout apuntó en Twitter a la "burguesía cobarde y asesina" como los responsables.
Burguesía cobarde y asesina, hoy vuelve a derramar la sangre de jóvenes patriotas pero el dolor será fuerza Honor y Gloria a Robert Serra
— Blanca Eekhout (@blancaePSUV) octubre 2, 2014
El de Serra es el cuarto asesinato de un cargo de elección popular este año en Venezuela, lo que deja en evidencia el que para muchos es el principal problema que enfrenta ese país en la actualidad: la inseguridad de la población.
