El científico que descubrió el ébola ya advertía la gravedad del reciente brote, que lleva 481 muertes e involucra a tres países: Liberia, Guinea y Sierra Leona.
La tasa de letalidad de esta enfermedad es de 90%, según la OMS, y su rápida propagación preocupa a la comunidad médica.
Si bien el virus del ébola se introduce por el contacto con animales infectados (entre los que se incluyen chimpancés, gorilas, murciélagos y antílopes), su transmisión entre personas se da en el contacto directo con órganos, sangre, secreciones o líquidos corporales de los infectados.
El mayor problema se ha generado porque los familiares de las víctimas se han infectado al acompañarlas, así como también al tener contacto directo con sus cadáveres en los cortejos fúnebres correspondientes.
Pero, ¿podría expandirse esto a otros continentes?
De acuerdo al infectólogo Kamran Khan “las posibilidades de que el ébola salga de África Occidental son muy bajas”.
Sin embargo, el especialista señaló a la NPR que “de expandirse, París sería la primera ciudad” donde llegaría.
Lo anterior se explica porque la principal ciudad afectada por el virus es la capital de Guinea, Conakry, cuyo aeropuerto posee mayoritariamente vuelos locales, y solo un 10% de vuelos a París.
Los que han contraído la enfermedad han presentado los síntomas en los primeros dos días, aunque casos aislados han mostrado los síntomas incluso 21 días después, lo que posibilitaría la expansión del ébola a otros países.
No obstante, los médicos han explicado que es muy poco probable que, si un infectado aborda un vuelo, otros pasajeros se contagien, pues sería necesario un contacto prolongado o muy cercano con los fluidos corporales.
Asimismo, hay casos donde infectados con ébola viajaron en avión a otros países, fueron rescatados y no contagiaron a nadie.
