Estas cifras se dan en medio de una hambruna que afecta a algunos de los campamentos cercados por el gobierno sirio de Bashar Assad y la oposición y que ya está cobrando víctimas por el hambre. La ayuda humanitaria es fundamental, explicó el Alto Comisionado para los Refugiados, Antonio Guterres a Reuters.
Activistas de la oposición dicen que más de 140.000 personas han muerto en el conflicto sirio, pero el drama se traslada a los que están con vida. Según la ONU hay 9,3 millones de sirios que necesitan urgente ayuda humanitaria. Mientras la cifra de sirios que huye de la guerra crece a diario. Según el organismo internacional, a fines de año podría haber 4 millones de refugiados, la mitad, niños. Cifra superior a los 2,6 millones de afganos que están en la misma condición.
El número de refugiados sirios en el Líbano, hace muy complicada la capacidad de ese país para prestar ayuda. Sólo para contextualizar, sería como que EE.UU. tuviera 71 millones de refugiados en sus fronteras.
La Unión Europea advirtió que "la negación deliberada de la ayuda humanitaria es un crimen de guerra” y el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay , exigió que la situación de Siria sea remitida a la Corte Penal Internacional, que investiga crímenes de guerra.
Esto choca con la decisión del gobierno sirio. Su embajador ante la ONU, Bashar Jafari, ha insistido que su país "no ha escatimado esfuerzos" para enfrentar las necesidades humanitarias, pero al mismo tiempo recordó que su gobierno es capaz de enfrentar su propia crisis.
