De un total de 37 senadores en servicio, 22 votos a favor y 2 abstenciones (Isabel Allende y Felipe Harboe) sellaron el destino de la ley que regula la venta y arriendo de videojuegos considerados como violentos a menores de edad y exige control parental a consolas.
La iniciativa, presentada en 2007, contempla colocar una etiqueta que ocupe al menos el 25% del envoltorio del videojuego y advierta sobre su contenido, calificándolo de acuerdo al público al que va dirigido.
Asimismo, el proyecto establece que “los fabricantes, importadores, proveedores y comerciantes sólo podrán vender y arrendar videojuegos que fueren calificados como no recomendados para menores” a quienes acrediten debidamente su edad.
La infracción de este punto será sancionada con una multa de 1 a 50 UTM, es decir, entre unos 41 mil a 2 millones de pesos.
Las categorías que tendrán los videojuegos –proceso que realizará el Consejo de Calificación Cinematográfica- son:
1.- Videojuego especialmente recomendado para niños y adolescentes: por contener material educativo y ningún elemento inapropiado para su edad.
2.- Videojuego sin contenido objetable: que puede ser visto por personas de cualquier edad.
3.- Videojuego no recomendado para menores de 8 años: por contener un porcentaje menor de lenguaje inapropiado, insinuaciones sexuales o violencia.
4.- Videojuego no recomendado para menores de 14 años: por contener un porcentaje moderado de lenguaje inapropiado, insinuaciones sexuales o violencia.
5.- Videojuego no recomendado para menores de 18 años: por contener un porcentaje importante de lenguaje vulgar, material sexual explícito, desnudez frecuente o importantes niveles de violencia.