Si bien dicho decreto contempla varios aspectos más que son importantes actualizar en la normativa vigente, el Ministerio explicó que la inclusión de las jaurías de perros asilvestrados como fauna dañina tiene que someterse a un análisis más acabado como parte de una política de tenencia responsable.
"Se trata de un tema que ha despertado la sensibilidad de la ciudadanía, por lo que consideramos que se deben abrir los espacios de participación ciudadana antes de resolver al respecto", señaló la autoridad.
Se consideran perros asilvestrados a aquellos que no tienen la condición de animal doméstico y no requieren un dueño o amo para sobrevivir. Por el contrario, son carnívoros que consiguen su alimento, provocando un alto impacto en las poblaciones de animales silvestres - como huemules y pudúes - en el ganado doméstico, en aves de corral y hasta en las personas.
Lo anterior no tiene nada que ver con los perros vagos, que son los que deambulan por las calles y sobreviven gracias al cuidado de personas anónimas, sin ocasionar ningún daño al ser humano o a la naturaleza.
Los cambios al Reglamento de la Ley de Caza contemplaban como animal dañino a los perros asilvestrados, considerando los graves perjuicios que ocasionan sobre la actividad humana y el desequilibrio que generan en el ecosistema, dado el aumento de la depredación sobre otras especies.
Vía: Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)
