En el artículo se defendió al ex secretario de Estado, definiéndolo como uno de los pocos "que saben tanto" de educación en Chile y criticó a la Concertación por "botar buenos ministros para ganar puntos políticos".
"Harald Beyer es un tipo de persona sin pretensiones. Antes de convertirse en ministro de Educación de Chile, trabajó durante más de 20 años en el Centro de Estudios Públicos. Ha publicado trabajos sobre la desigualdad, el mercado de trabajo y, sobre todo, la educación", señaló The Economist.
Agregó que Beyer "como ministro cortó la tasa de interés que los estudiantes pagan por sus préstamos universitarios del 6% al 2%, y se hizo más dinero disponible para becas para estudiantes pobres. Él envió un proyecto de ley al Congreso para establecer un regulador de la educación superior, y trató de aplacar a los estudiantes de Chile, que durante los dos últimos años han protagonizado grandes protestas en favor de la reforma educativa radical".
"Nada de esto parece importar a los miembros del Congreso de Chile, al menos los de la oposición de centro-izquierda, la Concertación. El 17 de abril destituyeron al señor Beyer de su trabajo. Por 20 votos a favor y 18 en el Senado, que controla estrictamente la Concertación, fue acusado de hacer la vista gorda ante el lucro ilegal en las universidades chilenas. La votación siguió de una derrota similar en la Cámara hace dos semanas, en el que la Concertación se basó en los votos de algunos partidos pequeños de izquierda de los Diputados. Como resultado de la acusación, el señor Beyer está impedido de ejercer cargos públicos por cinco años", añadió.
Por otro lado The Economist afirmó que la acusación constitucional "huele a venganza" tras lo ocurrido con Yasna Provoste en 2008 y "también tiene un fuerte olor a electoralismo", ante la carrera presidencial que ya comenzó.
The Economist enfatizó que "los chilenos se merecen algo mejor de sus legisladores, y lo saben".
Vía: The Economist
