El propio gobierno uruguayo, y por supuesto la oposición, han reconocido que la legalización es un experimento del que habrá que sacar conclusiones en un tiempo más.
Lo concreto hoy es que Uruguay se convirtió en el primer país del mudo en legalizar y estatizar la producción de marihuana. El Estado va a controlar la producción y comercialización de esa droga.
La noche de este martes la norma cumplió su último trámite legislativo y fue aprobada por el Senado por 16 votos contra 13.
La medida nació con la intención de combatir el narcotráfico y establecer una regulación en el consumo. Por lo mismo se creará un organismo estatal encargado de elaborar un registro de los consumidores. Una vez registrados, habrá tres formas de acceder a la droga: a través del autocultivo de hasta seis plantas por persona, por medio de clubes de hasta 45 miembros y 99 plantas, y en farmacias, las que podrán vender un máximo de 40 gramos por persona al mes. Una regulación estricta para acabar con el comercio ilegal.
Hasta antes de su aprobación la medida no parecía ser del todo popular entre la población y de hecho por lo mismo José Mujica había detenido su tramitación. Ahora, las últimas encuestas señalan que el 63% de los uruguayos la rechaza, a pesar de que sólo reste su promulgación.
