Las nuevas atribuciones que tendrían los intendentes con los cambios que se pretende realizar en la ley N° 19.327 generaron más de algún temor al interior de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Esto, porque los jefes regionales, en el papel, podrían determinar los aforos y los horarios de los partidos.
La preocupación, sin embargo, no sólo radicaba en ese punto, sino en la facultad que tendrían de suspender partidos por hechos violentos antes y durante de su realización, lo que puede traer duras sanciones por parte de la FIFA, como quedar fuera de la organización de la Copa América 2015.
Ante este panorama de incertidumbre, el Plan Estadio Seguro emitió un comunicado refiriéndose a estas modificaciones a la ley haciendo hincapié a que esto no afectará la autonomía de la ANFP y el riesgo de perder el torneo continental.
En la misiva, señalan que la facultad de programar espectáculos de fútbol profesional correspondió y seguirá haciéndolo, en caso que de igual manera se apruebe el proyecto que se discute en el Congreso, a la institución deportiva.
En otro punto, afirmó que las Intendencias Regionales y Gobernaciones Provinciales podrán suspender un partido sólo por el resguardo del orden público y de seguridad, pero nunca por razones deportivas.
La ley N° 19.327 que fue promulgada en 1994, pide a los organizadores cumplir con ciertos requisitos como designar un jefe de seguridad, contratar guardias, instalar y utilizar recursos tecnológicos, etc. Situación que se realiza en los diversos recintos deportivos de Chile.
¿Qué rol ocupa la FIFA?
El tema de la autonomía es clave para la FIFA, puesto que en su estatuto deja claro que todo tipo de organización deportiva debe estar a cargo de la federación de fútbol (ANFP en este caso) dejando al Estado fuera de ella.
En su punto 20 llamado Confederaciones, del cual es parte la Conmebol, señalan: respetar y hacer valer los estatutos, reglamentos y decisiones de la FIFA, además de organizar sus propios torneos internacionales.
