Enojados por las agresiones de su hinchada, luego de la derrota por 4 a 0 en Perú, los jugadores de Alianza Lima decidieron protestar pacíficamente en la cancha de Huracán, en Argentina.
Durante los primeros 20 segundos del partido por la Copa Libertadores, los peruanos se quedaron quietos, ante la mirada atónita del árbitro y los futbolistas del equipo argentino. El partido terminó 0 a 0.
Los comentaristas de la televisión pensaron que se debió a una confusión por un minuto de silencio no hecho, pero los medios peruanos aclararon que la acción había sido planificada.
El diario peruano El Bocón afirma que "los jugadores de Alianza Lima se unieron para combatir la crisis que viene retumbando en las instalaciones blanquiazules después de que un grupo de supuestos hinchas 'ajustaran' a Guillermo Sanguinetti, Christian Cueva y Víctor Cedrón".
