Tras la derrota por la cuenta mínima ante Emelec en el debut de la Copa Libertadores, quedó en evidencia la crisis universitaria algo que es difícil de entender. La baja sin duda no se debe a una razón sino a una suma de factores:
Adiós a Patricio Rubio
El inicio de esta caída libre se inició con la partida del delantero a México. En los planes de Lasarte no estaba perder a su goleador del Apertura, pero la oferta de Querétaro fue imbatible, quienes cancelaron la cláusula de salida y se llevaron a Rubio. El equipo con su partida quedó desconfigurado.
Fragilidad mental
Es difícil encontrar una razón para el bajo nivel del equipo: Gustavo Canales, Gonzalo Espinoza y José Rojas son ejemplos de jugadores que no son ni la sombra del torneo pasado. Probablemente el suspenso de ganar el Apertura en los descuentos ante Unión La Calera generó un estrés excesivo en el equipo y que el equipo no pudo despejarse con el rápido inicio del Clausura.
La salud de Martín Lasarte
No tener al técnico del equipo sin dudas ha repercutido en el equipo. Martín Lasarte fue intervenido de una hernia discal y que no ha tenido el posoperatorio adecuado lo que ha provocado no estar al 100% para sus pupilos.
Sin embargo, el uruguayo tras la derrota ante Emelec aseguró que su salud no es excusa:
"No puedo hacer responsable al equipo de un problema personal, sería lavarme las manos de mi parte. Lamentablemente estoy viviendo una situación médica compleja, pero no es excusa para decir que no estoy al 100% con el equipo".
No obstante, Gustavo Canales sinceró que sí ha hecho falta el uruguayo en el camarín:
“Como necesitamos a todos los jugadores, también necesitamos a nuestro técnico. Pero los problemas de salud son imponderables, aunque tampoco nosotros no lo estamos ayudando para que se mejore”.
Baja en la zaga
Mathías Corujo, Cristián Suárez, Osvaldo González, José Rojas y Johnny Herrera es la misma última línea que juega ahora y que fue campeona. Pero este año ha sido extremadamente vulnerable:
En ocho partidos le han anotado 15 goles, considerando que el Apertura sólo recibió 13 tantos. Magros números que no se registraban hace 42 años.
La hinchada no acompaña
Lo vivido ante Emelec no tiene nombre. No se puede entender que los seguidores en vez de apoyar al equipo en los momentos complejos prendan bengalas, entren un bombo e ingresen a la cancha. Nada de esto fue al azar y fue una acción concertada para instaurar sus propósitos ¿Volver a recibir beneficios? Claramente, eso no volverá a pasar.
