El equipo asiático buscaba mantener el oro obtenido en Beijing. Sin embargo, cometió un error en el último minuto y quedó fuera del podio en la competencia grupal. Las deportistas, incluso, lloraron por lo ocurrido.
Un error que no sería el único. En el siguiente turno, Qiushuang Huang fue traicionada por sí misma y se salió del marco en los últimos minutos de la competencia, lo cual evidenció el nerviosismo del equipo en general.
El término de la prueba estuvo marcado por la alegría estadounidense y las lágrimas de las orientales, puesto que Rusia y Rumania aprovecharon su “mala racha” y las superaron en instancias definitorias.
No obstante, todavía queda esperanza en las pruebas individuales, donde las asiáticas también son las favoritas.
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