La muerte del futbolista Carlos Barra, de 24 años, enlutó el miércoles al fútbol chileno. El joven jugador de Maipo Quilicura disputaba un amistoso con Palestino, en el Estadio Municipal de La Cisterna, cuando se desvaneció y cayó al suelo, falleciendo a los pocos minutos de un paro cardiorrespiratorio.
Barra quería ser profesional y, por su edad, apostó a concretar su sueño en el equipo de Buin. Cuando niño había estado en el conjunto "árabe" e incluso fue parte de la Sub 15 que se coronó campeón en el Estadio Monumental. Sin embargo, su técnico en Maipo Quilicura reconoció que por esos días "tenía problemas al corazón. Pero ya estaba todo superado. Era profesor de educación física. Era un joven sano, con toda la ilusión", según publicó La Tercera.
En Palestino, el gerente de fútbol joven, Ricardo Quilodrán, respaldó la versión de que en La Cisterna "estuvo dos años, se le realizaron todos los exámenes pertinentes como el electrocardiograma. No se fue (del club) por problemas de salud sino por un tema futbolístico".
Pero ajeno a lo futbolístico, Carlos Barra, titulado de profesor de educación física en la Universidad Autónoma, conoció a Nicolás Núñez, quien lo integró a una empresa dedicada a impartir clases de natación a domicilio en el sector oriente de Santiago, llamada SinAlitas.cl.
Ambos, Barra y Núñez, formaron una estrecha relación, a tal punto que éste último sabía del problema del fallecido futbolista, el cual ni su padre recordaba.
"Supe hace poco que tenía un problema. Hace unos 15 días, me dijo 'tengo miedo; de repente, me da miedo que el corazón me juegue una mala pasada, que me juegue en contra'. Son re pocas las personas que sabían de esto. Para él nunca fue un impedimento. Nunca le tomó el peso", dijo Núñez a La Tercera.
