La Selección chilena estrenó el 17 de noviembre de 2010 su nueva indumentaria marca Puma, en un amistoso en Santiago por el centenario de la Roja. En la ANFP celebraban meses antes un contrato histórico que implicaba las cifras más importantes desde que se comercializan las vestimentas del combinado nacional: US$ 15 millones por cinco años que podían llegar a US$ 18 millones.
Sin embargo, cuatro años más tarde la historia es bien distinta a como fue en un comienzo, a tal punto que el ente rector del fútbol chileno busca terminar anticipadamente su compromiso con la marca, el cual caduca el 31 de julio de 2015.
La ANFP presentó una demanda en contra de Puma por incumplir sistemáticamente el contrato firmado por ambas partes. De terminarse el vínculo, en Quilín podrían buscar un nuevo sponsor para que vista al "Equipo de Todos" desde el próximo año, lo que incluye la Copa América.
Pero la larga lista que este martes sumó un nuevo episodio y que incluso provocó la molestia de Claudio Bravo y Gary Medel, contempla otros cinco conflictos (de acuerdo a los abogados que conocieron la demanda, según detalla Economía y Negocios):
- La marca entregó fuera del plazo que establece la FIFA la vestimenta para el Mundial de Brasil 2014.
- En la antesala de la Copa del Mundo, la marca entregó a la Selección chilena las camisetas de otro equipo, específicamente de Ghana.
- Se entregaron balones en mal estado para el Campeonato Nacional, por lo que debieron ser cambiados en su totalidad.
- La empresa no realizó los estudios de mercado y de publicidad que debió llevar a cabo durante estos años, según establecen en la ANFP.
- Tampoco entregó información sobre los mínimos garantizados en la venta de camisetas de la Roja.
