LeBron James brilló en las últimas temporadas como el alero estrella de Miami Heat. Su gran nivel permitió que los fanáticos y la prensa lo bautizaran como “el Rey”, además de ponerlo a la altura de dos de las máximas figuras en la historia del deporte: Michael Jordan y “Magic” Johnson.
Hace cuatro años, LeBron dejó el equipo donde debutó en la NBA y con varias polémicas. En los Cavaliers ayudó a que el equipo consiguiera algunos de los logros más importantes de su historia –como llegar a las finales de la NBA-.
Pero el fin no fue bueno, James salió peleado con el dueño del club, y éste le echó una maldición. Los fanáticos además quemaron las camisetas con su nombre cuando anunció su partida –decisión de la que hoy tal vez se arrepientan-.
En su estadía en los Heat ganó dos finales, pero hace algunas semanas sorprendió al mundo al declararse agente libre. Su plan era regresar a casa.
Entrevistado por SI.com, la estrella del baloncesto declaró que Ohio “tiene un lugar especial en su corazón”, pues es el lugar donde creció, y que su primera salida del club se debió a que estaba buscando campeonatos, de los que ya ganó dos.
“Miami ya conocía el sentimiento de ganar. Nuestra ciudad no ha tenido esa sensación en un largo, largo, largo tiempo”, señaló.
Efectivamente, los Cleveland Cavaliers nunca han ganado un torneo de la NBA, y solo acumulan un título de conferencia y tres de división.
LeBron James también aseguró que siempre quiso volver a Cleveland y terminar allí su carrera, “solo que no sabía cuándo lo haría”.
Además se refirió a lo que espera para la próxima temporada. “No prometo campeonatos. Sé bien lo difícil que es eso. Aún no estamos listos. Por supuesto, quiero que ganemos el próximo año, pero soy realista”, aseveró.
