El Tour de Francia es una carrera de 21 días que premia la regularidad del ganador, aunque hubo cinco etapas clave en las que el británico Chris Froome cimentó su victoria en la 102ª edición de la Grande Boucle, que finalizó este domingo en París.
2ª Etapa: Utrecht-Zelanda (166 km)
La segunda etapa, que transcurría por tierras holandesas, era sobre el papel una etapa llana sin grandes complicaciones... salvo si soplaba el viento en la parte final. La lluvia se unió para dificultar aún más las cosas y el pelotón comenzó a inquietarse. Una caída en el grupo cortó a dos de los grandes favoritos al triunfo final, el italiano Vincenzo Nibali (ganador en 2014) y el colombiano Nairo Quintana. El viento impidió que los dos grupos enlazasen y Froome aventajó en 1'28" a dos de sus mayores adversarios. Solo el español Alberto Contador, del reducido grupo de aspirantes, no perdió tiempo con respecto al británico.
4ª etapa: Seraing-Cambrai (223,5 km)
Esa jornada, el pelotón atravesaba los temidos tramos de pavé que han hecho la leyenda de la París-Roubaix. Froome aún recordaba que en 2014, cuando defendía su título de un año antes, tuvo que retirarse en esa etapa incluso antes de llegar a los adoquines como consecuencia de una caída que le provocó una fractura en una muñeca y en una mano. Bien ayudado por su equipo, el británico salvó los muebles ese día, e incluso se atrevió a poner en dificultades a sus rivales, aunque al final no hubo diferencias en la meta.
10ª etapa: Tarbes-La Pierre Saint Martin (167 km)
Froome llegaba como líder a la primera etapa pirenaica, con diferencias ya significativas sobre sus rivales, y en un magnífico ascenso a La Pierre Saint Martin, ayudado por el trabajo soberbio de Richie Porte y Geraint Thomas, dio un golpe casi definitivo al Tour. Nibali se hundió espectacularmente, Contador llegó como pudo a casi tres minutos tras reconocer que no podía ni respirar. Ni siquiera un escalador consumado como Quintana pudo aguantar el ataque demoledor del británico en los últimos kilómetros, aunque límitó las pérdidas al entrar a poco más de un minuto del que ya era el máximo favorito a la victoria en París.
14ª etapa: Rodez-Mende (178,5km)
Por primera vez en la carrera, Froome pareció en problemas. El equipo Sky ya no respondía como en los Pirineos y el británico sufrió los ataques de Nibali y Quintana en La Croix Neuve, el último puerto antes de llegar al aeródromo de Mende. En ese repecho de solo 3 km pero con un desnivel medio superior al 10%, Froome dio muestras de una gran madurez y sangre fría cuando, sin compañeros y a viarias decenas de metros por detrás del colombiano, supo regular y cazar al líder del Movistar, entrando juntos en la meta.
20ª etapa: Modane - Alpe d'Huez (110,5 km)
Era la última de las cuatro etapas alpinas, en la víspera de la llegada a París, y Quintana, que había recortado 30 segundos a Froome el día antes en La Toussuire, necesitaba un ataque de lejos o un hundimiento del británico para remontarle los 3'28" que le separaban del maillot amarillo. El colombiano y su compañero Alejandro Valverde, tercero en la general, lo intentaron en La Croix de Fer, pero el líder aguantó gracias al trabajo de su equipo. En el ascenso final al mítico Alpe d'Huez, el líder del Movistar lo intentó a la desesperada y puso contra las cuerdas a Froome, pero Wout Poels y Richie Porte impidieron que la diferencia del corredor de Bocayá llegase más allá del minuto y quince segundos. Froome cruzó la meta a 1'20" del sudamericano, suficiente para mantener el amarillo hasta París.
