En el fútbol es fácil recordar el golazo de Diego Armando Maradona contra Inglaterra en 1986 o la volea de Zinedine Zidane en la final de la Champions League en 2002.
Son imágenes que quedan en la retina de los aficionados, que suelen reservar un lugar especial en la memoria para aquellas jugadas que muestran el por qué el fútbol es el deporte más popular del mundo.
Pero todo lo contrario pasa cuando presenciamos errores garrafales sobre el campo.
En ese caso, nuestra mente se pone en modo selectivo y busca borrar en cuanto antes esos recuerdos.
De allí que haya tomado tanta relevancia las imágenes que compartió un seguidor de la cuenta de @Crap90sFootball en Twitter sobre una acción de un partido que se disputó hace más de 24 años y que dio pie a que la revista italiana l'Ultimo Uomo se preguntara si esos habían sido los peores 20 segundos en la historia del balón.
El video muestra un momento del partido que disputaron el Queens Park Rangers y Manchester City correspondiente a la Copa FA el 23 de enero de 1993, que terminó ganando el conjunto ciudadano 2-1.
En su artículo, el periodista Daniel Manusia enumera una serie de razones que se justifican el por qué esa jugada puede considerarse la más fea que jamás se ha visto sobre el terreno de juego.
Primero hace mención a que si uno no se fija con detenimiento al jugador que está cobrando el tiro de esquina, resulta casi imposible adivinar cuál de los dos es el equipo que está atacando.
Eso se llega a saber recién una vez que transcurrió la mitad del video, después que tres jugadores fallaran en su remate y cuando un defensor -que parecía delantero- regateó a varios jugadores y se quedó sólo frente a la portería.
En ese momento se podía esperar que disparara a puerta, pero lo que hizo fue abrir la pelota al costado del área para la llegada de quien se presumía sería un compañero, pero que terminó siendo del equipo contrario.
Sin opciones de ganar el balón, el arquero igual salió a tratar de detener la acción, pero quedó a mitad de camino tras el regate del jugador número 10 del QPR, Bradley James Allen.
Allen centró la pelota, pero ésta fue interceptada por el jugador del City Steve McMahon, el mismo que había cometido el error inicial.
La pelota terminó en los pies del arquero Tony Coton, quien tranquilamente hubiera podido atraparla con la mano, pero en lugar de hacerse con el balón optó por despejar de un zapatazo.
Coton tuvo incluso tiempo de acomodarse el esférico a su pierna izquierda, pero al patear le pegó la pelota a un jugador del QPR que se encontraba en el área.
El balón salió desviado en dirección del centro delantero del conjunto londinenses, Les Ferdinand, un goleador histórico del fútbol inglés.
Ferdinand, con el número nueve en su espalda, trató de desviar la pelota hacia el arco vacío, pero pese a tirarse no logró una buena conexión con su pie izquierdo.
Con el balón muerto en el área pequeña, Ferdinand reaccionó rápido y le pegó con la derecha desde el suelo, pero en lugar de dirigirlo a la portería lo mandó por la última línea, ante la impotencia de su mirada.
Afirmar con rotundidad que se tratan de los peores 20 segundos de la historia del fútbol parece algo bastante audaz, en especial cuando la red está inundada de otras acciones tragicómicas.
Pero por lo visto hay argumentos de peso para estar entre los más serios candidatos.
