Stephen Curry completó un año de ensueño en 2016 con una exhibición de triples que se pensó perduraría en el tiempo.
Pero el considerado mejor lanzador en la historia de la NBA nunca pensó que aquella noche maravillosa en noviembre de 2016 iba a permanecer en el libro de récords menos de dos años.
Y el culpable no es otro que su más cercano amigo y aliado, Klay Thompson, quien estableció una nueva marca de 14 triples en un partido en la victoria de los Golden State Warriors sobre los Chicago Bulls por 149-124.
Thompson, quien solo necesitó de 27 minutos para lograr su récord, completó la noche con 52 puntos.
"Estaba muy ansioso porque cada vez que hay un récord de la NBA en juego te pones un poco nervioso", reconoció el jugador de 28 años.
"Simplemente soy afortunado por jugar con los compañeros que tengo. Fue una noche extraordinaria y con suerte nunca la voy a olvidar".
Thompson no tardó en percibir que se trataba de un partido especial al anotar prácticamente todos los tiros que dispuso en el campo (12 de 16) y completar la primera parte con 36 puntos, incluyendo 10 desde fuera del arco.
En el tercer cuarto igualó el récord de Curry antes de superarlo a cinco minutos del final del partido incitado por su propio compañero.
"Antes de salir a la segunda parte Steph miró el marcador y me dijo, 've y consíguelo'", dijo Thompson.
"Eso muestra la falta de egoísmo que hay en él".
Curry todavía mantiene un récord que será más difícil de batir y es el de más anotaciones de tres puntos en una temporada de la NBA, cuando alcanzó 402 entre 2015 y 2016.
