Desde el 4 de diciembre estaba prófugo Brayan Jiménez, ex presidente de la Federación de Fútbol de Guatemala, quien fue capturado por la Policía de ese país este martes (12.01.2016). Rodeado de agentes de seguridad, el exdirigente llegó a la Torre de Tribunales en evidente estado de ebriedad.
Sobre él pesan cargos por los delitos de criminalidad organizada y lavado de dinero, por su supuesta participación en un caso de corrupción relacionado con la FIFA.
“Me encanta estar bolo (borracho)”, dijo Jiménez a la prensa, en un lenguaje difícil de entender, tras ser capturado en el edificio de departamentos Torre Sol en Ciudad de Guatemala, informó el portavoz policial Jorge Aguilar. Ataviado con una chaqueta marrón con capucha, Jiménez llegó sobre las 15.00 horas (21.00 GMT) a los tribunales, tras ser arrestado en cumplimiento de una orden judicial con fines de extradición a Estados Unidos.
Jiménez dijo que estuvo “todo el tiempo” en la capital y ante la pregunta de por qué no se había entregado a las autoridades, respondió que “estaba tomando mis traguitos”. Jiménez, que había sido reelegido en 2013 en su cargo para un período que vencería en 2017, fue separado de la presidencia de la federación el 4 de diciembre, al igual que Héctor Trujillo, secretario general de la institución y magistrado de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, también implicado en el caso.
No se opondrán a extradición
El viceministro de Seguridad de Guatemala, Elmer Sosa, declaró a la radio Emisoras Unidas que Jiménez no opuso resistencia ante su detención. Además del alcohol, el exdirectivo lucía avejentado, con barba, bigote y cabello blanco, muy diferente de la cabellera negra que lucía unos meses antes. Su abogado, Francisco García, dijo que no se opondrán a la extradición y confían en probar la inocencia de Jiménez.
“Estoy de acuerdo a acudir a los tribunales estadounidenses, es nuestra postura y lo apoyaremos en Estados Unidos”, dijo García a periodistas. “No vamos a pedir medida sustitutiva. Vamos a demostrar la inocencia en los tribunales de Estados Unidos”. Jiménez es uno de los acusados de montar un esquema de venta fraudulenta de derechos de trasmisión y marketing por más de 200 millones de dólares, en el que participaban los jefes de la Conmebol y la Concacaf.
DZC (EFE, dpa, Reuters)
