AFP
Un suizo de 71 años que desapareció en agosto del 2004 tras viajar a Italia para presenciar un partido de Champions entre el Inter de Milán y el Basilea, regresó a su país, informó la prensa helvética este martes.
Rudolf Bantle tenía 60 años cuando viajó con unos amigos a Milán para presenciar el partido de su equipo, el Basilea, contra el Inter, en la vuelta por la tercera ronda de la fase clasificatoria de la Champions League 04-05.
A cinco minutos del final del partido, que acabó con la victoria del Inter por 4-1 y marcó la eliminación del Basilea por un marcador global de 5 a 2, Bantle se fue al baño. Tras regresar a la tribuna, el suizo no logró encontrar a sus amigos de viaje.
Con solo 20 euros en el bolsillo y sin teléfono móvil, el hincha se quedó desamparado en Milán, ciudad en la que vivió los siguientes once años, durmiendo en sus calles y viviendo gracias a la caridad de sus habitantes.
Mira acá la imagen que el diario italiano La Gazzetta dello Sport publicó de Rudolf Bantle:
La policía suiza colocó a Bantle en la lista de personas desaparecidas en 2004 y, sin noticias de él, dio el caso por cerrado en 2011. Pero según el diario Schweiz am Sonntag, el fan del Basilea ha regresado a su país y vive en un asilo en su nativa Basilea.
Durante su estadía en Milan, el hincha extraviado se rompió el fémur en una caída y eso gatillo a que el consulado suizo ordenara su traslado a Basilea.
Ahora, Bantle tiene un techo y una paga de 300 euros al mes. El hombre de 71 añis declaró al Schweiz am Sonntag que el consumo de cerveza le ayudó a mantenerse "caliente" y recordó que "un tipo me dio un saco de dormir y eso me salvó la vida". Pese a saber que las autoridades suizas le buscaron durante años, Bantle rechazaba regresar a su país. Hoy, en el asilo, "cada noche, me tomo un par de latas de cerveza". "Me lo permiten", aseguró Bantle.
Una nueva pasión
Como buen 'tifoso' (fan), tras la derrota del Basilea ante el Inter, Bantle se convirtió en un enfervorizado seguidor del máximo rival de los Nerazzurri, el AC Milan, equipo al que seguía a través de las pantallas de televisión de algunas agencias de apuestas deportivas.
Incluso, un grupo de estudiantes que conoció a Bantle le regaló una camiseta del Milan con el nombre del brasileño Kaká a la espalda.
Para los que conocieron a Bantle en el milanés barrio de Baggio, la noticia ha sido una gran sorpresa. "¿Es verdad? No sabía nada de él, pensé que había muerto", dijo Sergio Mazzarelli, un librero que, como muchos residentes de la zona recuerdan "a un buen tipo suizo con un acento germánico".
"Era una leyenda en la zona. La historia (de que se perdió en el Estadio) del Estadio Giuseppe Meazza circulaba, pero no sabíamos si era verdad o no", aseguró Mazzarelli. "Nunca le gustó hablar de sí mismo. Todo el mundo le quería. La gente le compraba comida y ropa y él ayudaba a la gente cuando podía", agregó el librero.
