Por Emmanuel Barranguet/desde Marsella (France Presse)
Los ruidosos aficionados del Olympique Marsella siguen aturdidos por la repentina marcha de Marcelo Bielsa. E incluso algunos, se están volviendo en contra del técnico al que tanto amaron.
La dimisión totalmente inesperada del argentino Marcelo Bielsa, el sábado, dejó sin voz ni banderolas a los numerosos grupos de aficionados del Marsella -el único equipo francés que ha sido Campeón de Europa-, pero en el pasado pintaron los muros del centro de entrenamiento de la Commanderie con insultos a los dirigentes, para presionar al club por el técnico.
"Esos son turistas que van a la Commanderie", sentencia Christian Cataldo, líder de la facción de hinchas Dodgers. "Nos expresamos sobre todo en el estadio".
"No es nuestra manera de funcionar", apoya una portavoz del Comando Ultras 84, Christine Valette.
Twitter y los foros dedicados al Olympique Marsella están saturados de comentarios agresivos y de insultos, pero es difícil de saber quien se esconde bajo los seudónimos en las redes sociales, "no tienen porque ser seguidores", estimó la representante del CU84, el más antiguo de los grupos ultras en el Velodrome, el estadio donde juega el club.
Respuesta en el estadio
Este martes, en la vuelta a los entrenos, a puerta cerrada, unos cincuenta aficionados se encontraban en la entrada del centro Robert Louis-Dreyfus. Desde la salida apresurada del el "Loco", tras la 1ª jornada de Ligue 1 después de la derrota ante el Caen (1-0), la situación está en calma.
Los grupos de aficionados preparan su respuesta en el estadio, "el domingo en Reims, pero será mayor en el siguiente en casa ante el Troyes", precisó Valette.
"Tenemos unas ideas, pero hay que pensarlas", dijo, confirmando que los ultras todavía no han digerido esta salida sorpresa. "El miércoles tenemos la reunión semanal en el local, se elegirá el contenido del mensaje", añadió.
La dirección del club, objetivo habitual, tendrá su ración de críticas pero "San Marcelo" puede ser blanco de las iras de los hinchas,
Desde el sábado noche, "nuestra primera reacción fue de incredulidad, estupefacción, después el disgusto y finalmente el odio hacia Bielsa", soltó Cataldo.
"Para mí, es un montón de m...", dijo el jefe de los Dodgers, reprochando al ídolo del Velodrome no "haber respetado a los jugadores ni a los aficionados".
René Malleville, celebridad local, columnista del sitio lephocéen.fr, dedicó duras palabras a esta huida. "Usted pisoteó mi honor, el honor de los marselleses", se lamentó de la marcha de Bielsa, ya de vuelta en la Argentina.
Cataldo estima también que el club está "dirigido por amateurs", y reprocha al presidente, Vincent Labrune, de no personarse en la famosa reunión del miércoles, esa que desencadenó la salida de Bielsa, tres días más tarde.
En cuanto a la propietaria del club, Margarita Louis-Dreyfus, "para ella el OM es un trabajo, no pone un franco (dinero), a pesar de su fortuna", sugiere el responsable de los Dodgers
Después del "Bielsagate", Valette estima que "hay responsabilidades en ambos lados, se necesitan dos para un enfrentamiento", pero "el sentimiento de traición después del encuentro, estaba ahí, eso seguro".
A título personal, Franceschi, de los South Winners, precisó que él "no dirá nada malo de Bielsa". "Nuestro club no tiene cabeza, o una con cerebro", juzga Cataldo, "pero hay un corazón que late, estaremos detrás de nuestros jugadores".
