Una vez finalizado el encuentro entre el Manchester City y el Chelsea por 3-0 a favor de los dirigidos del ingeniero Manuel Pellegrini, el técnico portugués Jose Mourinho lanzó sus dardos contra el árbitro del partido, señalando que debería haber expulsado a algunos jugadores rivales.
“Deberían haber acabado el partido con nueve. El codazo de Fernandinho era de tarjeta roja. Touré Yayá debió ver la segunda amarilla en el 80”, explicó.
Además, el siempre controvertido técnico portugués tuvo algo de autocrítica e indicó que el resultado también pasó por errores puntuales de sus jugadores. "El segundo y el tercer gol proceden de errores individuales de mis jugadores y cuando esto pasa mereces perder".
Por otra parte, Mourinho habló sobre la suplencia de John Terry e indicó que se debió a una decisión táctica. “Sabía que jugarían al contragolpe, y Zouma es el defensa más rápido que tenemos. Es más rápido que él”, agregó.
"El mejor equipo en la primera mitad ganó el partido. El mejor equipo de la segunda parte fue el Chelsea seguro. Tuvimos un difícil primer tramo. No creamos mucho y nuestro portero, Asmir Begovic, hizo unas intervenciones importantes", reconoció el estratega que no tuvo un buen comienzo en la premier.
Sobre esto último, Mourinho se defendió e indicó que "puedo multiplicar 36 por 3, y sé cuántos puntos quedan. Y veo que el Campeonato está matemáticamente abierto. Es mejor eso que cero puntos de seis. Pero un punto de seis es peor que dos puntos de seis", sentenció.
