"Las Mejores Anécdotas del Barça".
Así se llama un libro lanzado en septiembre que recoge historias, pasajes graciosos, emotivos y curiosos del club catalán.
La serie de crónicas, del periodista deportivo español Paco Martínez, recoge 733 anécdotas que van desde los inicios de la institución, hasta la era de Guardiola, y a la actual con Luis Enrique como técnico, Claudio Bravo al arco y el tridente ofensivo de Suárez, Messi y Neymar.
En T13.cl escogimos algunas de las historias que relata el texto y desvelan parte de la intimidad de los futbolistas:
Las manías de Ter Stegen
El portero alemán no deja que nadie toque sus guantes, ni siquiera los utileros. Es más, si sospecha que alguien los tomó, o incluso rozó, prefiere utilizar otro par, situación que le habría ocurrido ya a pocos minutos antes de partidos.
Claudio Bravo, un arquero sin supersticiones
El libro destaca la llegada del chileno desde San Sebastián en 2014 y cómo se apropió de su número de dorsal: “La 13 es de Claudio Bravo. Los porteros acostumbran a ser jugadores supersticiosos o maniáticos. Sin embargo son los futbolistas que menos le temen al número 13”.
Messi acostumbraba a comer semillas
El astro argentino llegó muy pequeño al club azulgrana. Con solo 13 años en el año 2000 vivía en un departamento cercano al Camp Nou, en el que sus vecinos lo recuerdan como “un chico tímido y amable” al que se veía con frecuencia comiendo semillas de girasol.
Amistad en base a asados
Los éxitos del Barça en la temporada 2014-2015 –cuando ganaron la Liga, la Copa y la Champions- reflejaron una amistad entre los futbolistas del plantel, especialmente los sudamericanos, quienes solían reunirse en asados en la casa de Javier Mascherano. Allí, cada uno tenía un rol: Neymar y Dani Alves ponían la música, Mascherano se encargaba de la carne y Suárez llevaba el mate.
Las andanzas de un Ronaldo "en edad de divertirse"
El delantero brasileño, que deslumbró con sus goles y talento —y luego se consagraría en el Real Madrid— también solía divertirse fuera de las canchas (o a veces cerca de ellas). Cuando jugaba en Barcelona una vez fue sorprendido por un empleado de seguridad teniendo sexo con dos mujeres en pleno estadio Camp Nou. Al enterarse de esto, el presidente del club, fue escueto: “Ronaldo tiene 20 años y está en edad de divertirse”.
Messi, aburrido de los relojes
Al celebrar la obtención de la Champions League en 2006, un joven argentino de carácter introvertido se atrevió y se acercó a la cabina del avión en que viajaba el equipo. Allí tomó el micrófono del piloto y criticó la creatividad de los dirigentes barcelonistas a la hora de entregar premios: “No queremos más relojes, ya tenemos bastantes”, expresó.
Guardiola inspirado en Ridley Scott
El actual DT del Bayern Münich de Arturo Vidal es un estratega completo y un experto en motivar a sus jugadores. Para la final de la Champions de 2009, ante el Manchester United, el técnico preparó un video –junto a amigos periodistas y montajistas- basado en la película “Gladiador” de Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowe. El video contenía imágenes del filme intercaladas con escenas de cada uno de los jugadores de la plantilla, que reflejaban la unión y cohesión del grupo. Los azulgranas levantarían la copa minutos más tarde.
Un jugador del club inventó el escudo
Hasta hace poco se creía que Carles Comamala había sido el autor del clásico emblema de la institución. Comamala brilló como jugador anotando 172 goles en 135 partidos a comienzos del 1900 y era un gran dibujante. Sin embargo, el verdadero autor del escudo fue Santiago Femenía, otro futbolista del Barcelona, quien ganó un concurso de dibujo en 1910 para reemplazar al escudo original, que simplemente era el de la ciudad.
Las cintas de Luis Suárez
Con su llegada a Barcelona, el delantero uruguayo llamó la atención por llevar varias cintas en sus brazos. En su mano derecha llevaba un vendaje que lo protegía tras haber sufrido una lesión en sus dedos. Pero en la muñeca llevaba otras cintas: una roja "contra la envidia", y una verde regalada por su esposa. El jugador explicó que esta última tenía un significado especial: debía pedir tres deseos y si se cumplían la podía romper. Ya en febrero de 2015, a Suárez no se le vio más la cinta verde.
